Lo primero que debes saber es que los bonos de carbono son una herramienta clave en la lucha contra el cambio climático, ya que permiten a empresas, gobiernos y otras organizaciones compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Pero ¿Son solo eso?  ¡Aquí te explicamos más!

Los bonos representan una tonelada métrica de dióxido de carbono equivalente (CO2e) que se logró evitar o eliminar de la atmósfera a través de proyectos de reforestación, energía renovable, o eficiencia energética. Distintas empresas que no pueden reducir completamente dichas emisiones pueden comprar estos bonos para compensar su impacto.

La demanda de bonos de carbono incentiva la creación de proyectos que contribuyen a la mitigación del cambio climático. Esto incluye desde parques eólicos hasta programas de conservación de bosques, que de otro modo podrían no ser viables económicamente.

En este contexto, los bonos de carbono son una herramienta para que países y empresas cumplan con sus compromisos bajo acuerdos internacionales como el Protocolo de Kioto o el Acuerdo de París. Estos incluyen, por ejemplo, la reducción de emisiones de GEI para limitar el calentamiento global a niveles seguros.

Al comprar bonos de carbono, las empresas demuestran un compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social, lo cual es cada vez más valorado por consumidores e inversores.  Además, esto puede impulsar a las organizaciones a mejorar sus prácticas internas para reducir sus emisiones, fomentando una cultura de responsabilidad ambiental.

Estos mercados permiten asignar un costo a las emisiones de carbono, incentivando a las empresas a reducir su huella para evitar costos adicionales.

“En IMELSA ENERGÍA estamos preocupados por las necesidades de nuestros clientes libres. En este sentido los bonos de carbono no sólo son una herramienta que permite disminuir el impuesto a las emisiones, sino un instrumento para compensar la huella y promover las buenas prácticas. Estos instrumentos se suman a los IREC, certificados de atributos renovables”, aclara Alex Kraft, Ingeniero de Eficiencia Energética y líder de servicios adicionales de IE.

En resumen, los bonos de carbono son cruciales para financiar la transición hacia una economía baja en carbono, fomentando tanto la compensación de emisiones como la reducción directa, y ayudando a cumplir con los objetivos globales de mitigación del cambio climático.

Pero ¿Y qué son los I-REC?

Los I-REC (International Renewable Energy Certificates) son certificados internacionales que representan la prueba de que 1 MWh de electricidad ha sido generado a partir de fuentes de energía renovable, como la solar, eólica o hidroeléctrica. Estos certificados permiten a las empresas y organizaciones demostrar su compromiso con el uso de energías limpias y reducir su huella de carbono.

Además, permite trazar el origen del atributo renovable y evitar doble contabilidad en la asignación a un consumidor. Pueden adquirir certificado I-REC tanto nuestros clientes libres, como cualquier cliente regulado que requiera disminuir en su scope 2 de la cuantificación de huella de carbono de sus consumos energéticos. El certificado I-REC es hoy requerido en procesos como Huella Chile, Dow Jones Sustainability Index (DJSI), entre otros. A ello se suma que desde el punto de vista de la certificación tiene un importante impacto reputacional para las marcas y también en la relación de éstas hacia sus públicos de interés.

En IMELSA ENERGÍA contamos con una cartera de IREC y Bonos de Carbono para nuestros clientes. Para obtener más información escríbenos a clientes@ie.cl

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